El joven Jairo Gómez Muñiz, de solo 17 años, perdió la vida la madrugada del pasado 22 de julio al recibir varias puñaladas en el botellódromo. Ahora, algo más de un mes después, el procedimiento judicial ha arrancado con la comparecencia que ha tenido lugar esta mañana en el Juzgado de Instrucción número 4 de Jerez, y en la que se ha concretado la imputación de los hechos para que las partes soliciten las diligencias oportunas. Así pues, tras un agosto en el que los trámites han estado paralizados, se inicia formalmente la investigacion. En esta primera comparecencia, como han informado a este medio fuentes del caso, el fiscal ha trasladado su relato de los hechos, que arranca a las 01.30 horas del pasado 22 de julio, cuando los dos acusados (Jaime D. R. y Fernando M. R.) se encontraban en el botellódromo.
En el lugar en cuestión apareció Jairo y comenzó a discutir con Jaime por unos incidentes ocurridos durante la Feria. Llegó un momento en el que el joven fallecido golpeó en la cara a su interlocutor, siempre según la versión del fiscal, y entonces apareció Fernando y facilitó una navaja a Jaime. Este último fue el que presuntamente le asestó las cuatro puñaladas que resultaron mortales. El Ministerio tipifica estos hechos como un presunto delito de asesinato con alevosía, al haberse utilizado un instrumento peligroso y de forma sorpresiva. Algo que resulta compartido al cien por cien por la acusación particular.
En lo que se refiere a los abogados de los imputados, en el acto que se ha producido hoy el abogado de Jaime ha insistido en que su representado actuó en defensa propia, mientras que el de Fernando asegura que éste no tuvo participación alguna en la reyerta. La familia de la víctima, por otra parte, ha vuelto a pedir que el Ayuntamiento active un plan de seguridad en el botellódromo, para que se eviten este tipo de trágicos sucesos.