Con malabarismos económicos y mucho esfuerzo, el Teatro Villamarta había evitado hasta ahora que la crisis hiciera una mella prfunda en la programación del coliseo. Pero la cuerda parece haberse tensado al máximo y se ha roto por los espectáculos de mayor coste: la lírica. La directora del teatro jerezano, Isamay Benavente, ha explicado hoy que este años ha sido “imposible” programar óperas y zarzuelas debido a la falta de apoyo institucional.
“Hemos planteado el problema a la Consejería de Cultura y vamos a pelear por nuestro proyecto lírico”, asegura con firmeza la responsable. Hace tres años la ayuda alcanzaba los 600.000 euros y “este año ha sido de cero”. La intención de la dirección del coliseo es recuperar la programación lírica en la próxima temporada, a partir de enero. De esta forma, el abono de temporada no se ha podido plantear.
Hay que recordar que la programación lírica es la seña de identidad del teatro jerezano, que lleva 15 años trabajando su proyecto Centro Lírico del Sur. Los abonos y la venta de entradas sueltas suelen colgar el cartel de completo en cada cita debido a la gran afición que existe en la ciudad por el género y a la enorme calidad de las propuestas. Este éxito, no obstante, no cubre el alto coste de unos montajes que suelen requerir un complejo atrezzo y la participación de hasta 200 personas. Habrá que esperar, por tanto, unos meses más para volver a disfrutar de la ópera en el Villamarta.
Al margen de la lírica, el otoño viene cargado de interesantes propuestas en el Teatro Villamarta. Se hace notar especialmente el teatro, con las actuaciones de grandes intérpretes de la escena como Lola Herrera, Juan Diego y Kity Manver, entre otros
Otras fórmulas de programación
La escasez de recursos económicos fuerza otro tipo de fórmulas en la confección de las programaciones culturales. Benavente ha explicado que se han alcanzado acuerdos con compañías y artistas para no tener que pagar a priori por los cachés. Así, hay casos en los que se ha alquilado el Villamarta para la representación del espectáculo y otros que han preferido llevarse un porcentaje de la taquilla. De esta forma, la nueva temporada no ha supuesto un excesivo gasto por adelantado.