Con devoción, Jerez esperaba ayer a la Virgen del Carmen. Con la misma fe que le tiene desde siempre, pese a que las costas no bañan la periferia de la ciudad, pese a que siempre fue una advocación marinera, de pueblos donde los pescadores faenan sin descanso, rogándole a la Reina del Carmelo que los proteja del siempre peligroso mar abierto… Pese a ello, la Virgen del Carmen se apodera de Jerez cada 16 de julio, demostrando la importancia que tiene para esta ciudad la impactante talla que se venera en la Basílica del Carmen. Leer noticia completa














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