Antonio Cortés volverá a pisar el escenario del Teatro Villamarta este sábado día 26 de abril para presentar ‘Los secretos de la copla’, el tercer disco de su carrera producido por Javier Limón. El cantante ofrece en este nuevo trabajo discográfico una atractiva mezcolanza de composiciones que nunca aparecen en las antologías del género y homenajes a grandes artistas.

En ‘Los secretos de la copla’, Cortés da un paso de gigante como intérprete. A tono con los arreglos del disco, su voz va directa a la esencia. Y suena mejor que nunca. Dulce y, a la vez, poderosa. En ocasiones, contenida como quien susurra al oído una confidencia.

En cualquier caso, el artista pone su arte a una selección de piezas de la copla y el bolero. Composiciones históricas como ‘Mi amigo’, ‘Puerto camaronero’, ‘La rosa y el viento’, ‘Niña caracola’ o ‘Ay mi Dolores’ sonarán sobre el escenario del Teatro Villamarta. A ellas se suman boleros como ‘Alma mía’ y ‘Somos’.

Entre los homenajes a las artistas más grandes, figura la copla ‘Carmen Amaya’, escrita por Javier Limón y dedicada a esta gran bailaora, y el recuerdo emocionado a Rocío Jurado con ‘Señora’, el conocido tema de la artista de Chipiona.

La historia personal de Cortés supera cualquier ficción: de un orfanato de Rumanía le adoptó en Bucares una familia malagueña, cuyo padre fallecería poco después. Creció y sigue viviendo en su Nerja del alma, donde cantaba sólo de manera casi furtiva. Hasta que, con 19 años, se presenta en el año 2007 a la primera edición del programa de Canal Sur ‘Se llama copla’ y se convierte en uno de sus más brillantes descubrimientos.

En 2010 su primer disco ‘Lo que a mí me está pasando’ fue Disco de Oro y cruzó el Atlántico con su siguiente trabajo –‘Cuando quieras, donde quieras, como quieras’-, gracias a la nominación obtenida en la última edición de los Premios Grammy Latinos.

Ahora, ‘Los secretos de la copla’ tiene algo de reencuentro. Fu su primer valedor, Pive Amador, quien propuso rescatar coplas semiolvidadas que nada tienen que envidiar a las más conocidas. Entre ellas, varias del repertorio de Miguel de Molina. Como es lógico, el productor Javier Limón redondeó y dio forma al concepto aportando temas de diferente cuna e idéntica sensibilidad.