Los dos procesados por la agresión a otros dos jóvenes que le ha costado la visión del ojo derecho a uno de ellos se han sentado hoy en el banquillo, en un juicio en el que se han aportado versiones absolutamente opuestas de un mismo hecho. Alfonso S. G. ha sido el primero en testificar, para relatar cómo el fatídico 25 de abril de 2010 llegó a la discoteca Comedia con su novia y se encontró con que su amigo José Alejandro R. M. estaba envuelto en una trifulca. “Él me dijo que le habían robado las llaves del coche y el acompañé por las inmediaciones del local, a ver si veíamos a los que se las habían quitado. Entonces aparecieron y uno de ellos llevaba un palo metálico con el que golpeaba el suelo”.














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