En los hogares de muchos jerezanos, la cuesta de enero se queda en pañales si se le compara con la cada vez más abusiva vuelta al cole. Desde finales de agosto, los padres trabajan a un ritmo frenético para preparar todo lo necesario de cara a las aulas, y eso sin contar con el gasto que cada cual tiene que desembolsar para equipar los armarios durante el invierno. La Unión de Consumidores ha llegado a cifrar en hasta 1.000 euros lo que los progenitores pagarán por niño en los centros públicos (3.000 en los privados), siempre dependiendo de la edad, la necesidades y demás circunstancias de cada caso. Como ha desglosado Natalia Rojo, miembro del gabinete jurídico de la organización, lo más caro corresponde al material escolar en sí y a los uniformes, cifrado todo ello en unos 400 euros. Leer noticia completa