El Xerez Toyota Nimauto jugó el sábado un partido difícil ante el segundo clasificado, “la igualdad fue máxima y hasta el último segundo se pudo dar cualquiera de los 3 resultados. Era lo que se esperaba en los días previos y en este caso se dió justamente eso. Máxima igualdad aunque en mi opinión no se vió todo el juego que a priori esperábamos por ambas escuadras. Imagino que por la tensión de los puntos y del enfrentamiento directo, pero lo cierto es que hubo más emoción que juego. Nosotros de nuevo pecamos de ese factor, que cada uno lo matiza a su manera; pero que nos impide por un lado abrir brecha en el marcador en las fases del partido dónde hacemos mérito, y por otro “leer” cómo debemos atacar cuando el rival está haciendo más méritos o tiene mayor empuje. No es la primera vez, ya nos ha pasado en varios partidos. Lo analizamos, lo hablamos y lo trabajamos durante la semana con distintas formas o metodologías, pero todavía no conseguimos asimilarlo o ponerlo en práctica cuándo es necesario durante los partidos. Sin embargo en los entrenos se domina perfectamente esas simulaciones de situaciones de juego.”

Los chicos de Sergio Barroso hasta consiguieron ponerse con 0-2 en el marcador, “no ampliamos la diferencia en ocasiones muy claras en nuestros mejores minutos. Luego el rival aprieta y no es la defensa lo que nos lastra, sino los malos ataques. Jugamos muy abiertos y la toma de decisiones empieza a ser incorrecta; perdiendo cualquier equilibrio y soluciones al balón. Sin embargo nos remontan y cuando tenemos todo perdido; si tenemos la personalidad para empatar e incluso buscar la victoria con máximo riesgo como en la situación de portero-jugador. En resumen, dominamos los partidos empatando o perdiendo pero nos cuesta aún asimilar el gestionar el juego cuando vamos ganando.”

El partido tuvo su dosis de polémica, ya que el árbitro sacó a los jugadores xerecistas del encuentro con varias decisiones, “afortunadamente, pienso que no afectó al resultado final. Concibo e intento transmitir a los jugadores que los árbitros son un elemento del juego y como tal, se equivocan igual o menos que lo hacen los jugadores o hacemos los técnicos. Dicho esto, lo que nos causó cierto enfado es que no suele ser muy normal que en un partido de máxima igualdad y con un nivel de contacto normal, la gran mayoría de decisiones o errores ‘caigan’ siempre del mismo lado. Por ejemplo que el equipo local acabara con 0 tarjetas y nosotros con 7; y que nosotros llegáramos al bonus de 5 faltas en los 2 periodos con facilidad. Ya me parecía raro in situ y se confirma viendo el vídeo del partido o incluso la crónica escrita del equipo local. Eso al deportista le cuesta entenderlo cuando está a 150-180 pulsaciones y se “sale” del partido. Nosotros cometimos el error de protestar esa situación de forma incorrecta o poco productiva. Los árbitros es una guerra pérdida y se trata de perder poco o perder mucho, nunca puedes ganar. Pero quizás si puedes hacerles ver esa situación de disconformidad con otras formas menos aireadas, porque si lo haces de forma aireada entonces es cuando el árbitro se pone en contra. Nos hace falta sangre fría o experiencia hasta para mínimos detalles como es el saber hablar o protestar a un árbitro. Esperamos haber aprendido la lección.

No obstante me pongo en la piel de mis jugadores y en parte es comprensible “irte” del partido, puesto que los árbitros no nos ayudaron mucho para evitarlo. “A pesar de las dificultades el equipo fue hasta el último segundo a por la victoria con portero-jugador, “es parte de nuestro ‘encanto’ y una de las cosas que más me fascina de estos jugadores, ya que demuestran tener una ambición deportiva muy interesante. Vamos a casa del 2º, nos ponemos perdiendo, empatamos y acabamos nosotros con portero-jugador el partido. Y encima regresamos con un cierto enfado por no haber conseguido los 3 puntos. Es una faceta que unida a las mejoras que sabemos que tenemos que acometer, puede resultar a este club muy interesante a medio y largo plazo.”

AMISTOSO ANTE EL INTER MOVISTAR

Esta semana el Xerez Toyota Nimauto se enfrenta a uno de los mejores equipo del mundo, Inter Movistar FS, “es un premio para club, plantilla y cuerpo técnico. Espero que cada uno de nosotros sepa reconocer el valor de este suceso y sea un incentivo. Muchos deportistas amateur terminan sus carreras y no han tenido la suerte de poder enfrentarse a este escudo. Sin embargo nuestros jugadores actuales, con pocos años de participación en la mayoría de casos, si tendrán el privilegio de jugar a su deporte contra uno de los clubes más laureados del mundo en un partido amistoso. Imagino que disfrutaremos cada segundo y no querremos que termine nunca. Pero sobre todo este evento pone de manifiesto lo que no se ve en el “iceberg”. Un club no es sólo resultados, sino lo que es capaz de gestionar o crecer. Traer un evento de esta índole, con actividad escolar por la mañana y partido amistoso por la tarde, es un reto que nos pone a prueba nuestra capacidad de organización para futuros saltos.”