Un juez de Pozuelo de Alarcón (Madrid) ha prohibido que se incinere el cuerpo de José María Ruiz-Mateos, enterrado el pasado lunes en Rota, mientras se resuelve una demanda de paternidad planteada contra él. En un auto, el juzgado de primera instancia número 2 de Pozuelo ha accedido a la petición de la defensa de la demandante, Adela Montesdeoca, representada por la abogada Teresa Bueyes, de impedir un hipotética incineración del cadáver. Así lo ha decidido el juez en la resolución, en vista de que aún no ha concluido el procedimiento abierto a raíz de la demanda de paternidad -planteada por Adela Montesdeoca, quien afirma ser hija del empresario jerezano- y con el objetivo de “impedir que sea inviable la posibilidad de obtener muestras biológicas que, en su caso, se admitan”.
Esta prohibición, que se ordena comunicar por exhorto al juzgado de guardia de El Puerto de Santa María, se mantiene vigente hasta que haya resolución firme sobre la reclamación de paternidad que lleva el juzgado de Pozuelo de Alarcón.
Ruiz-Mateos fue enterrado este martes en el columbario que posee la familia en la Iglesia Mayor Parroquial de Nuestra Señora de la O, en Rota, ciudad natal del empresario, donde también se celebró el funeral. El fundador de Nueva Rumasa murió el lunes después de permanecer ingresado en el hospital de El Puerto de Santa María desde mediados de agosto, cuando sufrió una fractura de cadera que se complicó con una neumonía.
Sus restos mortales fueron trasladados a las dependencias de las Hermanitas de los Pobres de la misma localidad portuense, donde fueron velados antes de partir hacia su ciudad natal para recibir sepultura. El abogado de Ruiz-Mateos, Marcos García Montes, asegura que ni él, ni la familia del empresario ni la iglesia donde se le dio sepultura han recibido la notificación del auto del juzgado, un hecho que ha calificado de “realmente sorprendente”. Además, García Montes explica que “jamás” se ha pensado en incinerar a José María Ruiz-Mateos, ya que su deseo expreso fue ser enterrado