Tras el empate cosechado el pasado sábado el primer equipo regresaba en la tarde noche de ayer a los entrenamientos en una sesión de recuperación donde pudimos observar el buen ambiente reinante en la plantilla, una plantilla que con el paso de las jornadas ha ido creciendo y madurando los aspectos exigidos por su entrenador. Hablamos con el capitán José María Barragán.

Para el jugador azulino el punto cosechado ante el Balón de Cádiz “fue bueno, todo lo que sea sumar es bueno y dependerá de lo que podamos sacar en Mazagón, si sumamos allí los tres puntos este será buenísimo, todo lo que sea puntuar es bueno” y matiza que “viendo lo que se vio sobre el terreno de juego se pudo sacar algo más, fuimos superiores en el global de los noventa minutos y el punto se nos queda corto, ahora hay que seguir trabajando”.

Barragán comenzó la temporada de central y tras la lesión de Quirós se vio obligado a jugar de lateral derecho una circunstancia en la que dice sentirse “bien, me encuentro bastante bien y físicamente también, el míster ha confiado en mí para esa posición y la verdad es que estoy contento, todo lo que sea jugar es bueno”. El conjunto de Mendoza lleva dos jornadas sin recibir un gol, “hemos mejorado en defensa aunque siempre digo que en las semanas anteriores habíamos recibido demasiado castigo para cómo se estaban haciendo las cosas, es cierto que no lo estábamos haciendo del todo bien pero no era para tanto como recibíamos, ahora estamos recibiendo pocos goles y eso se debe al gran trabajo de todo el equipo”.

Para el jerezano “ningún rival ha sido superior a nuestro equipo, tanto en las victorias como en las derrotas hemos estado bien, la competición dictará y nos colocará donde debemos estar, lo primero es conseguir los cuarenta puntos, el objetivo principal es la permanencia y luego Dios dirá”.

El equipo durante el paso de las jornadas “ha cambiado un poco respecto al inicio y ahora jugamos con dos delanteros por lo que hacemos un fútbol más directo pero el equipo sigue intentando jugar a la pelota y lo que si es cierto es que hemos aprendido a saber cuándo se debe y cuando no se debe jugar, hay partidos como el día de Lepe que tanto el contrario como el campo no invitaban a jugar y conseguimos los tres puntos o como el otro día que pese al mal estado de La Juventud intentamos jugar desde atrás cuando se podía, hemos aprendido a competir y a saber en cada momento que se debe hacer”.