La vida de Alejandro es la vida de su padre. Y la vida de su padre es la de muchos padres que luchan día a día para que sus hijos gocen de una vida a la que incorrectamente catalogamos como normal, pero que socialmente se ha impuesto como tal. La vida de Alejandro es la de un niño, un niño con síndrome de Down que tan solo quiere jugar al baloncesto con su equipo, el DKV Jerez.

La Federación Andaluza de Baloncesto (FAB) ha permitido que Alejandro, un niño de 13 años de Jerez con síndrome de Down, juegue en la liga provincial de Cádiz, después de que cerca de 50.000 firmas así se lo reclamaran a través de una petición en Internet. La petición fue puesta en marcha por Francisco, su padre, en la plataforma Change.org y creció rápidamente por las redes sociales.

“La diferencia de edad no es considerable, ya que no se aprecian desigualdades en talla y envergadura. Alejandro es un ejemplo más de deporte inclusivo, el cual permite que personas como él realicen actividad física con sus compañeros de equipo, es decir, personas con y sin discapacidad haciendo deporte en un contexto normalizado, participando activamente en los entrenamientos y en los partidos amistosos que se organizan”, añade Francisco Contreras, padre de Alejandro.

“Llevábamos un año reclamando a la Federación Andaluza de Baloncesto una oportunidad para que Alejandro jugase la liga provincial de baloncesto como los demás. Y lo hemos conseguido todos juntos. Casi 50.000 firmas en sólo unos días han hecho que la Federación nos acabe de anunciar que adaptará de inmediato su normativa para que Alejandro pueda competir”, reconoce el padre de Alejandro, que veía como su hijo tan solo quería jugar, al igual que su hermano.

La historia de Alejandro y su superación personal fue más allás. La periodista Ana Pastor le dedicó un artículo en el diario nacional El País y Sergio Rodríguez, base del Real Madrid y de la Selección Española le retó a un partido. Dicho y hecho. Tras la intervención en twitter de Pau Gasol, el internacional invitó a Alejandro a un encuentro del Real Madrid, aunque le tenía preparada otra sorpresa. Ese uno contra uno que el jugador canario retó a Alejandro tuvo lugar… Y ganó Alejandro. Aunque en este caso, fue la lucha personal del joven jerezano, la de su padre, y la del DKV Jerez, en su lucha por el deporte inclusivo, quien marcó un triple a la tolerancia.