Arte genuino. Sabiduría cantaora. Indiscutiblemente, no hay otra como ella. Lo demuestra cada vez que se sube a un escenario. Aunque no sea profesional. Da igual. Tía Salvaora deja huella y un regusto único a los amantes del buen flamenco, que la conocen porque canta y baila en la Peña Tío José de Paula, sin duda una de las instituciones flamencas más arraigadas en Santiago, el barrio flamenco por excelencia. Por eso no sorprende que reciba homenajes como el que este pasado lunes se le hizo en el Centro de Mayores de Las Torres. Este vídeo corresponde al mismo.













Color Humano
Desde un sillón
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El color de las letras
El espacio relatado
El Kekomóvil
Emperatriz del mal aturdida