Tato tuvo pocos minutos ante el Sabadell, pero lo cierto es que tampoco los aprovechó. En su defensa hay que decir que entró cuando el encuentro estaba muy complicado, pero no ofreció soluciones. Por eso, terminó “desilusionado. Íbamos por lo menos con la intención de puntuar. Qué duda cabe que el Xerez tiene que ir a ganar todos los partidos, pero sabíamos que el Sabadell era un rival difícil. En la primera parte se hicieron las cosas bien hasta que llegó el jarro de agua fría. Lo cierto es que hemos tenido goles, tanto a favor como en contra, en momentos muy puntuales y sabemos la importancia psicológica que tienen. En Sabadell nos tocó en contra y nos afectó mucho”.
Pese a todo, piensa en positivo: “Hay que levantarse. Olvidarlo lo antes posible, analizar lo que se ha hecho mal y pensar que el sábado hay que ganar otra vez en casa para disipar las dudas que se puedan crear. En la primera parte hicimos un buen trabajo defensivo, pero cuando teníamos que darle la vuelta al marcador nos faltó un pelín. Eso hay que trabajarlo. Primero queríamos frenar la sangría de goles, pero seguro que esta semana haremos hincapié en la faceta ofensiva y se verá otro Xerez el sábado que viene”.