Pocos hablan de Él. Suele salir en pocas crónicas, enmascarado, oculto en un día brillante. Pero lo cierto es que el Cristo del Amor tiene en el Cautivo una imagen de gran devoción, a la que le está haciendo además un paso ciertamente espectacular, que ayer mostraba de nuevo sus hechuras con gran parte del canasto ya dorado. Sonó, y muy bien, la Agrupación Musical San Juan, de nuestra ciudad, y anduvo también con mucha categoría su cuadrilla de costaleros













Color Humano
Desde un sillón
El Blog de Carlos Alberto Cabrera
El Blog de Cristina Lojo
El color de las letras
El espacio relatado
El Kekomóvil
Emperatriz del mal aturdida