La Aldea del Rocío se convierte hoy en tierra de devociones, en lugar soñando por los cientos de peregrinos jerezanos que hoy llegan a la ermita y en los miles que desde ayer se están presentando ante la Blanca Paloma. Atrás quedan los duros días de camino, las noches ante el Simpecado y los meses de preparativos. Todo ya es pasado porque hoy sábado, aproximadamente sobre las cuatro de la tarde, Jerez, con su hermandad al frente, se ha presentado ante la Virgen del Rocío.

Se ha vivido como siempre ha sido… En medio de una algarabía y fiesta desbordada. Con dos calles, Muñoz y Pabón y Bellavista como núcleo principal de un recorrido que comenzó en Santo Domingo hace ya cuatro días, y que concluye hoy en las marismas del Rocío, cuando la hermandad salga del Coto de Doñana por Manecorro y se adentre paso a paso en la Aldea.

Ha sido, pese a las condiciones meteorológicas favorables que han vivido los romeros, una de las peregrinaciones más duras que se recuerdan para los vehículos de tracción mecánica y animal. El mal estado de las arenas, poco compactadas por la ausencia de lluvias, convirtió alguno de los parajes de Doñana en auténticas trampas para los conductores y carreros, que han tenido que tirar de su mejores recursos para llevar a cabo una romería que se ha resuelto, finalmente, sin mayores incidentes.

Ha sido entorno a las cuatro de la tarde (con un retraso de hora y media sobre el horario previsto), por tanto, cuando Jerez se ha presentado ante la Virgen. Este domingo, la misa está prevista, como es tradicional en la hermandad a la una de la tarde, en un privilegio que tiene esta ciudad, de poder celebrar una eucaristía en la ermita del Rocío el mismo día de su salida. Y tras ello,ny asistir corporativamente al Rosario, los peregrinos se dispondrán a vivir, de nuevo, su encuentro anual ante la Reina de las Marismas.