Naranjas, amarillos, azules, verdes, morados, rosas… y así, en plural, porque las tonalidades que utiliza Ángela de la Sierra en sus cuadros son infinitas, vivas y únicas. La pintora jerezana ha inaugurado ‘Tiempo sagrado’ una exposición en la que la vitalidad de los colores no está reñida con la crítica y la disconformidad con el mundo que nos rodea.
“Casi todos mis cuadros llevan una crítica. Me afecta que nos estemos cargando la naturaleza, me afecta que haya mujeres en el mundo que viven cada vez más oprimidas”, explica la autora. Y eso aparece en sus óleos. Y lo hace con un particular estilo abstracto que la lleva donde “la propia pintura me va pidiendo”. De la Sierra sabe cómo empieza un nuevo lienzo pero nunca cómo acaba: “La pintura abstracta es como un viaje sin programar, me da mucha libertad, no tengo nada predeterminado de antemano”, asegura.
Eso no quita para que ese camino de libertad tenga muchas horas de trabajo y dedicación: “Cada centímetro de los cuadros está muy elaborado”. Pero no es un problema para la pintora -alumna del conocido artista Luis Grajales, que es comisario de la muestra, desde hace muchos años- ya que cada rato entre pinceles, mezclas de colores y lienzos es un auténtico disfrute: “Cuando me pongo a pintar, me siento como Alicia en el País de las Maravillas, entro en un mundo”.
El resultado de esa íntima devoción por la pintura, la crítica social, la libertad de lo abstracto y la vitalidad colorista se puede visitar desde este sábado 26 en Espacio de la Calle (calle Santo Domingo, 7 duplicado), de lunes a jueves de 17.00 a 20.00 hasta el próximo 22 de mayo.