Ecologistas en Acción ha denunciado el sistema instalado por la Junta de Andalucía para favorecer el movimiento de peces entre el mar y el río Guadalete, concretamente, para que salven los azudes. Con el azud de La Corta, primero, y el de El Portal, después, se crearon barreras infranqueables para las especies que pasaban parte de su vida en el río y parte en el mar. Actualmente algunas especies han desaparecido, caso del sábalo, o han reducido  considerablemente sus efectivos como sucede con la Anguila. Estas barreras también provocaron el retroceso, varios kilómetros aguas abajo, de las especies de agua salada que, hasta su construcción, subían con las mareas hasta las inmediaciones de La Cartuja.

“Para intentar corregir el problema de tránsito de la fauna a lo largo del róo en una reunión celebrada en Sevilla en la sede de la extinta Confederación Hidrográfica propusimos que dentro del proyecto se contemplase la construcción de un sistema de escalas que facilitasen a la fauna salvar la infraestructura del azud. A esta propuesta  se nos contestó de forma positiva y se nos dijo que no había problemas en contemplarlo, dado que en una obra de tanta envergadura económica, una escala para peces no  supondría un coste adicional importante. Entendimos por tanto que la propuesta quedaba asumida”, han explicado los representantes del colectivo en un comunicado.

Posteriormente,  la asociación ha venido asistiendo a diversas reuniones con la administración competente, en las que volvían a plantear la misma preocupación. “Ya en febrero de 2012,  y en respuesta a diversas cartas remitidas por parte de nuestra organización, desde la Consejería de Medio Ambiente se nos respondió por escrito que en el proyecto elaborado en su día por la extinta Agencia Andaluza del Agua no se contemplaba la construcción de una  escala de peces. A la par, nos manifestaban que veían nuestra propuesta interesante, y que en consecuencia estudiarían a través del Servicio de Gestión del Medio Natural una solución que diera respuesta a la preocupación existente. No obstante hemos seguido preguntando en estos últimos tiempos por el compromiso, confirmándonos verbalmente en varias ocasiones que la ejecución de las obras contemplaría una escala para los peces”, continúan.

Este tipo de medidas técnicas “no son nada nuevo” y se encuentran instaladas en ríos de muchos lugares e incluso la propia Consejería de Medio Ambiente los ha instalado en el Molino de San Félix y en el de La Angorilla en Arcos, por ello “no entendemos que aquí se haya optado por una chapuza consistente en un artilugio metálico y que además se haya localizado en el lugar menos adecuado del azud –adyacente a la ribera, facilitando con ello la pesca indiscriminada a pescadores desaprensivos-. Lo razonable hubiera sido que en un proyecto que ha costado más de 14 millones de euros se hubiera previsto desde un primer momento una instalación adecuada e integrada en la totalidad de la obra, sin que supusiera un sobrecoste a la misma. No se entiende que a una administración a la que se le supone la defensa del medio ambiente, seamos nosotros, los ecologistas los que lamentablemente tengamos que reclamarle actuaciones como éstas, acordes con la defensa del medio natural, y en este caso de la fauna piscícola”, concluyen.