Manuel S. G. fue ingresado en las urgencias del Hospital del SAS de Jerez el pasado 21 de abril de 2012 con una herida de bala en la cabeza que a punto estuvo de costarle la vida. Curiosamente, el disparo fue realizado por él mismo de manera fortuita y ha acabado pasándole factura no solo a nivel físico sino también judicial. Como ha podido saber este medio por fuentes del caso, el Juzgado de Instrucción número 1 ha abierto un procedimiento contra esta persona por un presunto delito de tenencia ilícita de armas, a raíz de una denuncia interpuesta por el hospital, que está obligado a trasladar a la Policía cualquier incidente o asistencia en la que intervengan los sanitarios relacionada con armas de fuego.

Los hechos se remontan a la fecha señalada, cuando como consta en la calificación del fiscal Manuel S. G. fue trasladado al centro hospitalario con una herida en la cabeza tras haber manipulado un arma corta de fuego.  El fiscal asegura en su escrito que el individuo había adquirido la pistola “de manera no conocida” y sin la licencia reglamentaria para ello, informando de que ésta estaba dada de baja desde el año 2001. Según las fuentes consultadas, la versión del procesado parte de que se encontró el arma de manera casual y en un primer momento no sabía qué hacer con ella, e incluso pidió consejo a un cuñado que le recomendó llevarla al cuartel más próximo de la Guardia Civil. Ésta era supuestamente su intención cuando, mientras estaba limpiándola, se le disparó a la altura de la frente.

La fortuna quiso que la herida no fuera mortal, a pesar de su peligrosa trayectoria, por lo que tras ser intervenido pudo abandonar el hospital. Después de pasar por este trance, Manuel S. G. se enfrenta ahora a 1 año y 2 meses de prisión, que es lo que solicita el fiscal para él por un presunto delito de tenencia ilícita de armas, más otros 3 años de privación del derecho a tenerlas. En lo que respecta a su versión y a cómo adquirió realmente el revólver, de la investigación se desprenden numerosas incógnitas que podrán resolverse en el juicio, cuyo señalamiento se producirá en los próximos meses.