¿No se han dado cuenta? Seguro que en su misma calle, en la de al lado, o en alquier rincón de su barrio, han abierto últimamente una nueva frutería. Hasta tres he visto yo con apenas 100 metros de distancia. Qué me gustan las fruterías con todos sus colores y formas, con su frescura, con esa promesa de sabores refrescantes … y ahora hasta es difícil elegir dónde entrar.
No creo que esta proliferación de fruterías que ha vivido la ciudad en los últimos meses se deba a que los jerezanos seguimos una dieta muy sana. Tiene que ser, más bien, consecuencia del desempleo que nos ha agarrado de la yugular y no nos suelta, y de que se trata de un negocio que se puede poner en marcha sin una inversión excesiva. Además, en estos establecimientos se está extendiendo la costumbre -que yo solo conocía hasta hace poco en una tienda- de vender en cantidad para que resulte más barato. Todos salen ganando: el vendedor porque vende más y el comprador porque se lleva varios kilos de patatas por unas monedillas. Menudas tortillas salen de ahí.
Los que vieron la oportunidad de negocio antes que nadie han jugado con ventaja, sin embargo, los que se han apuntado al carro un poco más tarde lo han tenido más complicado. Por desgracia, el mercado se satura de todo -también de pimientos- y ya he visto más de una de estas tiendas que abrieron con tanta ilusión con la persiana bajada y el cartel de ‘Se Vende’. Pero no se desanimen si los tomates no maduraron esta vez, ya habrá otra oportunidad.
Totalmente de acuerdo. La verdad es que si, que han proliferado muchisimo en los ultimos tiempos. Tenemos que buscarnos la vida como podamos, a ver si, a pesar de los politicos que tenemos, salimos adelante. Hay que seguir luchando.
Hola Virginia, me ha encantado tú articulo al igual que los anteriores. Un saludo