Lolo Páez (@lolo_paez)

El sábado cuando me disponía a entrar en Chapín para ver el partido ante el Mirandés me encontré con un par de aficionados que me decían: “Mira esto. ¿Tú te crees que es normal? Es de vergüenza. Dilo tú que eres periodista, a ver si te hacen más caso” Aquello que me enseñaban estos socios del Xerez no era otra cosa que la kilométrica cola de acceso al Fondo Norte del estadio. El esperpento vivido el sábado no sólo se centró en el césped, comenzó mucho antes. Y es que el ambiente en los aledaños del estadio se caldeaba cada vez más a medida que pasaban los minutos. Por respeto no voy a reproducir lo que allí escuché pero os aseguro que a más de uno se le tuvo que estar cayendo las cosas de las manos durante toda la tarde.

El enfado de los aficionados era mayúsculo, y con razón. Y no es que los allí congregados acabaran de llegar y por eso esperaban, si no que habían acudido con la suficiente antelación para poder acceder al estadio sin problemas pero no pudieron sentarse en su asiento hasta casi diez minutos después de haber empezado el encuentro. El xerecista, más que ningún dirigente sin empatía, es consciente de la pésima situación económica del club, pero de ahí a dejar que los abonados de ambos fondos sólo puedan acceder a ver a su equipo por una sola puerta va un trecho. Concretamente en al Fondo Norte sólo podía accederse por la puerta número 18 de las tres habilitadas para tal fin, o al menos eso pone en el carnet de abonado. Si esta política de entrada se iba a llevar a cabo esta temporada, ¿por qué el club no ha avisado oficialmente a sus socios antes de que se inicie la competición? Sin embargo, los accesos a Tribuna y Preferencia permanecían con el número habitual de puertas abiertas como en la temporada pasada. Me parece una falta de respeto, consideración y, sobre todo, una discriminación hacia estos socios frente a aquellos que poseen sus abonos en las otras dos ubicaciones del estadio. Si pagas menos por tu carnet, ¿es porque también se ven reducidos tus derechos como abonado? Ese apartado no lo especificaron en la campaña de captación de socios.

La decisión de abrir sólo una puerta en cada fondo me hace ver que para muchas cabezas pensantes de ahí arriba, hay dos tipos de abonados: los de primera y los de segunda categoría.

No creo que por el mero hecho de ser periodista los responsables del club me hagan más caso a mi que a cualquier otro aficionado, pero desde luego he querido dar voz a la queja de aquellos dos socios, y creo que a otros tantos, desde estas líneas que Reporteros Jerez me ofrece.

Sierra de Cádiz y Campiña de Jerez son comarcas hermanas. Administrativa, comercial y judicialmente, la Sierra depende de Jerez. Y Jerez no sería la misma sin la Sierra y su gente. Tanto quiere Jerez a la Sierra, que ha colado en ella a sus “Montes de Propio”, La Jarda, orgullo de todos los Jerezanos.

 Un día explicaré otras peculiaridades de lo mucho que pinta y ha pintado Jerez en los Pueblos de la Sierra. La Sierra, tan distinta a la Campiña, es el refugio y segundo hogar de muchos Jerezanos que buscan el ambiente verde, agreste e intimista que tanto invita al disfrute de la naturaleza, de los olores, los sabores y colores propios de los Pueblos Blancos, de Los Alcornocales, de nuestros lagos interiores…

Por mi profesión y circunstancias familiares, cada día vivo y trabajo a caballo entre la Sierra y Jerez. ¡Me parece la simbiosis perfecta! Así que me gustaría poner un balcón a la Sierra de Cádiz en este diario digital que tanto promete. Felicidades a los fundadores, a los periodistas que están detrás de este proyecto; son todo talento, y lo demostrarán. ¡Bienvenidos a enriquecer el panorama, Reporteros de Jerez!

Puma Chapín, Circuito de Jerez, Xerez Club Deportivo, DKV Jerez… Hubo una época en la que Jerez fue catalogada, posiblemente de manera hiperbólica, como la Ciudad del Deporte tanto por la calidad de sus deportistas como por el buen momento de clubes e instalaciones… Eso era el ayer.

Le doy los buenos días y le agradezco que sea testigo de un proyecto como es reporterosjerez.es, una idea surgida del despropósito empresarial que vivimos con la crisis y del amor romántico y poco habitual por el periodismo que aún resiste en muchos. Un espíritu como el que encarnó el jerezano tiempo atrás, cuando hablaba de manera orgullosa de su ciudad en materia deportiva, sobre todo en comparación con lo que nos rodea. Todo sea dicho de paso, ¿quién no ha ‘fardado’ de tener en su pueblo un circuito de alta velocidad donde la élite, tanto del motociclismo como de la Fórmula Uno, deseaba rodar? ¿Quién no se ha mostrado orgulloso de tener al mejor equipo de atletismo de España? Así podríamos llevarnos un buen rato porque lo cierto es que Jerez, a pesar de sus eternas limitaciones en infraestructura, ha estado durante mucho tiempo en boca de especialistas deportivos. La Ciudad del Deporte, decía, y eso murió justo cuando en Jerez llegó ‘el espíritu del Minotauro’. Recuerden, el Xerez ascendía a Primera División, posiblemente el mayor logro deportivo de la ciudad, el Jerez Industrial regresaba décadas después a Segunda División B, el tenis de mesa subía a lo más alto, Mercedes Chilla triunfaba en Europa, Badillo en España…

En definitiva, muchas disciplinas deportivas que poco a poco, una a una, iban pasando a un segundo plano justo cuando tocaban lo más parecido a la gloria con la punta de los dedos. Dicen que la alegría dura poco en la casa del pobre, es verdad. Ahora sobrevivir en Jerez es complicado. Si eres un club deportivo, más difícil aún. Con esa realidad nace reporterosjerez.es. Conocedores de lo que ha sido Jerez en materia deportiva, y siempre con ese espíritu del Minotauro en la cabeza, este proyecto va a dar cabida a aquello de lo que el jerezano un día estuvo más que orgulloso, al deportista jerezano, el de élite y el amateur, el que nació aquí o el que se hizo de aquí, el que le cuesta el dinero y el que lo gana… De todos, para todos, aquí arranca reporterosjerez.es. Bienvenidos.

Nos acostumbramos a lo bueno de tal manera, que en poco tiempo acabamos por denostarlo. Si hace unos años nos hubieran dicho que la Virgen de la Esperanza, esa bella dolorosa que ha cautivado el corazón de algo más que su barrio, iba a pasearse por Jerez para recoger en la Basílica de la Merced la Medalla de Oro de la ciudad, hubiéramos pensado que era materialmentee imposible. Hoy, sin embargo, es una realidad. Una realidad tangible y contrastada, lejos de rumores o de decisiones unilaterales. Han sido los hermanos de la Esperanza los que han decidido, con voz y voto, que la Virgen vaya a la Merced. Han sido sus hermanos, también en cabildo, los que han querido que se corone canónicamente. Son los mismos hermanos que aplaudieron a rabiar cuando José Mazuelos decretó la coronación canónica, o los que llenaron San Miguel hace escasas fechas regalando Esperanza a todo el que quiso acercarse a la vieja catedral del barrio flamenco…

Me pregunto, a veces, quién somos nosotros para saber más que la Esperanza. Para saber más que Dios sobre sus cosas… Si Bertemati ha aprobado la salida… Si la alcaldesa ha concedido la Medalla de Oro de Jerez a la Esperanza… Si sus hermanos han querido que todo esto sea así… Y si Ella llena cada rincón de su pueblo cuando asoma su media sonrisa… De verdad, quiénes somos nosotros…

La Esperanza va a la Merced a recoger una distinción singular, la máxima que concede el Ayuntamiento. Y lo hará en un pontifical presidido por el obispo diocesano, y con la presencia de la corporación municipal en pleno para aprobar el reconocimiento. La Esperanza va a la Basílica de la patrona de la ciudad para convertirse, por unas horas, en la Esperanza de todos. Y por más vueltas que le doy, no consigo comprender el enfado de alguno, cuando además, hace unos años, entrar en la Merced era casi misión imposible, y hoy es una posibilidad cercana gracias a la labor de los padres mercedarios.

Sinceramente, la Esperanza debería ser siempre lo último que se pierde. Lástima que muchos, todavía, no sepan mirarla a los ojos… Igual, cuando vaya a la Merced, Ella obra el milagro.

Queridos lectores, hoy nace Reporteros Jerez, el diario digital más potente y completo que jamás ha tenido la ciudad. Queremos que Jerez no se quede en silencio y desde ahora os entregamos la que va a ser la mejor fuente de información a diario, minuto a minuto. Reporteros Jerez cobra desde este momento vida a través de los jerezanos, cuya actualidad política, económica, social, cultural y deportiva circulará por esta web como si fuera su sangre, en forma de noticias, opiniones, alegrías y sinsabores. Bienvenidos todos a este medio, del que ya sois parte.

Desde estas líneas permitidme, solo por esta vez, explicaros que el corazón de este medio digital lo forma un equipo de reporteros de la máxima competencia; Licenciados en Periodismo, jóvenes, todos con mucha experiencia en diversos medios de la provincia y Andalucía. Corazón joven, alegre y riguroso del que me siento muy orgulloso de formar parte.

Reporteros Jerez somos todos a partir de ahora. Así debéis sentiros los que nos leéis. Vuestra información y opinión cuenta, y debe ser contada. Desde aquí os invito a que lo hagáis a través de nuestros reporteros, secciones, foros de debate y comentarios. Estáis en vuestra casa.

Nacemos hoy mirando al futuro con el compromiso de llevar día a día el valor de la información y la independencia que nos enriquece como sociedad y nos lleva al progreso.

Muchas gracias.

“La cosa está fatal”, “tal y como está la cosa”, “a ver si mejora la cosa…” ¡Qué hartita estoy de escuchar hablar de ‘la cosa’! Porque en la calle, en la frutería, en la plaza de abastos, en el autobús… no hablamos de la crisis, sino de ‘la cosa’. Y yo me la imagino como un monstruo de siete cabezas, con los labios pintados de rojo chillón (por aquello del femenino), con la piel verde y rugosa de las pesadillas de la infancia. Lo malo es que ‘la cosa’, por mucho que abramos los ojos y nos pellizquemos los brazos, no desaparece con la luz del día. Pero, también como en los cuentos de nuestros primeros años, siempre había alguna bestia con corazoncito, que se enternecía ante los disgustos de las princesitas. Y acababa haciendo el bien después de tanto destrozo.

No tengo cifras, ni reacciones oficiales ni estadísticas y quizás alguien me tache de exagerada, pero sí he tenido la vista puesta en el centro de la ciudad, en sus calles aplastadas por el calor durante gran parte del día pero resucitadas al caer la noche. Poco a poco, a medida que iba desapareciendo el sol cada día, los jerezanos han salido de sus neveras particulares para ponerse -como pregona esta columna- al fresco. Y lo han hecho en los bares de tapas del centro, en los pubs, en sus plazoletas. En lo nuestro.

No hay que ser un lince para despejar la incógnita de la ecuación. ‘La cosa’ ha mordido nuestros bolsillos en los últimos meses hasta dejarlos en hilachas y la mayoría de nosotros ha optado por veranear en Jerez. Ya no hay parné para el piso en la playa ni para el viaje a París, pero sí se puede rascar algo para unas tapitas en la plaza Rafael Rivero, (con música en directo incluida), una copilla en la azotea del hotel Chancillería o un rico helado de naranja con chocolate en Soler.

Hace años daba miedo adentrarse en la calle Tornería, en la plaza Plateros o en Consistorio cualquier día del estío. Ni un alma se quedaba en la ciudad y mucho menos para salir por la noche. Este verano, afortunadamente, las terrazas de los bares han ocupado buena parte de las aceras y se han abierto nuevos negocios. ‘La cosa’, en este aspecto’, nos ha dejado una consecuencia positiva en Jerez, por pequeña que sea. Ojalá los hosteleros la hayan aprovechado bien y sigan haciéndolo en esta entrada del otoño. El monstruo de labios rojos tiene corazoncito, pero tampoco hay que fiarse del todo.