Jerez fue el sitio elegido, que se volcó con su reaparición en los ruedos españoles, volviendo a revolucionar la ciudad y al mundo del toreo. El diestro madrileño José Tomás, que cortó tres orejas y un rabo, volvía impartiendo una lección magistral de toreo al natural, en el que fue último festejo de la feria del Caballo de Jerez. Leer noticia completa













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