Hace apenas unas semanas que la joven de Los Albarizones Rocío Vázquez y su madre Paqui hacían un llamamiento desesperado al sistema judicial, implorando que se agilizaran los trámites para el señalamiento de la vista por la que llevan esperando más de cinco largos años. Fue en la Nochevieja de 2007 cuando cambió la vida de esta chica, que por entonces tenía 24 años, al recibir el impacto de un petardo que perforó uno de sus ojos. Hoy, por fin, Rocío y Paqui han sabido que ya existe fecha de juicio, fijada para el próximo 10 de octubre. Un día que ansían como agua de mayo, con la esperanza de que por fin se haga Justicia y logren pasar página. Como se recordará, en el banquillo se sentarán un padre y un hijo, Manuel C. G. y Francisco Javier C. P, respectivamente, acusados de haber encendido y arrojado el cohete que explotó en la cara de la joven.

Según la calificación del fiscal, la noche de autos se encontraban en la plazoleta de Los Albarizones los dos procesados manipulando «cohetes tipo trueno» (compuesto de nitrato, sulfato y azufre), que colocaban entre unos ladrillos para posteriormente prenderles fuego. En una de estas operaciones y «sin adoptar la más mínima precaución y con evidente desprecio hacia la seguridad de las personas allí congregadas, algunas de ellas menores de edad», explotaron uno de estos artefactos que alcanzó en la cara a Rocío, causándole lesiones muy graves que le provocaron la pérdida del ojo izquierdo. Debido a ello, durante todo este tiempo la joven ha sido sometida a múltiples medidas terapéuticas y diversas operaciones, empezando por una primera intervención quirúrgica oftalmológica y maxilofacial de urgencia el mismo día que ocurrieron los hechos.