La plana mayor del PP a nivel local, junto con el presidente provincial de la formación, Antonio Sanz, se ha concentrado en la carretera de La Barca en demanda de la reanudación de las obras de la A-2003. Una iniciativa en la que han participado diversos vecinos de la citada Entidad Local Autónoma así como de Cuartillos y otros núcleos cercanos, además de la Coordinadora Sur, y que se repetirá de forma mensual en tanto en cuanto la Junta de Andalucía no se ponga manos a la obra. Como ha explicado Sanz, la paralización de estos trabajos supone “uno de los incumplimientos más flagrantes” de la administración autonómica, si se tiene en cuenta que en 2010 debería haber estado concluido el adecentamiento de una de las vías con mayor peligrosidad de la provincia.

“Vamos a llevar a cabo una campaña para denunciar este incumplimiento. Desde que se inició la obra con años de retraso está paralizada y solo se han puesto parches. Consideramos que esto es un engaño a los vecinos, y lo peor es que no hay perspectivas ni un solo euro dispuesto para ello”. Como recordó, la vía soporta una afluencia de tráfico más que considerable y ha sido escenario de numerosos accidentes de tráfico, el último de los cuales ocurrió sin ir más lejos la pasada semana y por el que permanece ingresado en la UCI del hospital un joven de La Barca. Los populares ya tomaron una decisión parecida ante la paralización de la obra de la A-491 (que une El Puerto con Rota), y una vez que la Junta ha anunciado que se reiniciarán los trabajos han deciddo hacer lo propio en la A-2003.

Así, se concentrarán a finales de cada mes en un tramo de la carretera cuyo arreglo, como apunta el popular, no solo es urgente por la seguridad de los conductores sino también al suponer una pieza clave para el desarrollo económico de la zona. Representantes de los vecinos afectados como el alcalde de La Barca, Alejandro López o el delegado de Alcaldía de Cuartillos, Paco Candelera, expresaron la indignación de los que a diario “se juegan la vida” en este tramo y fueron más contundentes aún al sentenciar que ellos llevarán a cabo las medidas que hagan falta, incluso cortar el tráfico o “arar la carretera para impedir el tránsito”, con el fin de que la administración cumpla con su cometido antes de que se tengan que lamentar más daños personales.